martes, 11 de agosto de 2015

El Pequinés

La forma primitiva de Pequines quizá se halle en un perro zorruno del sudeste asiático, procedente, procedente, a su vez como todos los de su raza, del perro de las turbares.

El realidad, se desconoce su verdadero origen. Sólo se sabe que es muy antiguo, tal vez contemporáneo del celeste Imperio y que es una de las razas de perros pequeños más famosa.

En China existe una leyenda muy curiosa que establece los orígenes, aunque no científicos. Un león se enamoró  cierto día de una pequeña mona, a la que quiso desposar; pero antes era necesario presentarse ante el dios Hai-ho quien le dijo al león:

"Si estás dispuesto a sacrificar tu fuerza y tu estatura por amor hacia esa mona, consiento que te cases con ella.”

El león aceptó la imposición y el fruto de esa unión fue el perro pequinés que conservó el porte orgulloso y la noble expresión del rey de la selva, junto con la ternura y la gracia de la pequeña mona.



El Pequinés llegó a Europa, mejor dicho a Inglaterra, en 1861, después de la caída de Pekín y de la destrucción del Palacio de Verano a manos de las tropas franco-inglesas. Los oficiales ingleses llevaron, como botín, algunos ejemplares, de los cuales uno fue ofrecido como obsequio a la reina Victoria. De esta manera, la cría europea contó con sus primeros antepasados. 

A continuación se desarrolló de tal manera, con tanto celo, que se obtuvieron ejemplares de una belleza esplendente. En cambio, en su país de origen decayó súbitamente y fue necesario importar reproductores de Europa y Australia.


Las dimensiones, los datos somáticos y los rasgos generales han sufrido importantes modificaciones, cada vez más lejos del perro tipo. La confrontación entre el estándar oriental, redactado hace unos cuarenta años, y el estándar europeo lo demuestra claramente, por otra parte, desconocemos las condiciones actuales de la cría en China.

Rasgos generales

Pequeño, membrudo, valiente, bien equilibrado y gallardo. Independiente y de aspecto leonino.

Peso: De 2 a 8 kg.

Cabeza: La cabeza es maciza. Aplastada, vista de perfil. Nariz situada muy alta entre los ojos, corta y ancha, con fosas grandes, de color negro. Boca con buen cierre, sin dientes ni lengua visibles. El hocico es ancho y fruncido. Stop poco profundo. Cráneo amplio y achatado entre las orejas.

Ojos: Grandes, cristalinos, de color oscuro y brillantes.

Orejas: En forma de corazón, con franjas muy largas y profusas.

Cuello: Corto y grueso.

Tronco: Corto con tórax amplio. Las costillas son muy arqueadas. El dorso en línea recta. El esternón bajo entre los antebrazos.

Cola: De inserción alta, de porte rígido, levemente curvada sobre el dorso.

Extremidades:

Las anteriores, cortas y gruesas, con hueso pesado y arqueado, pero sólido en el hombro.

Las posteriores más leves que las anteriores, aunque sólidas y aplomadas. Los garrones, robustos y sin torcer.

Pies grandes y aplastados, no redondos. Los anteriores ligeramente vueltos hacia fuera.

Manto y Pelaje: Pelo: largo y tieso, con abundante crin. Más bien basto.

Color: todos los colores, incluso el berrendo.