martes, 15 de septiembre de 2015

El pelaje de los gatos

Belleza y utilidad del pelaje de los gatos



El manto y el pelaje desempeñan un papel importantísimo en la protección del gato y en el mantenimiento de su equilibrio corporal. En efecto, forman una eficaz barrera ante el mundo externo, impidiendo una excesiva pérdida de agua y defendiendo al animal de daños físicos del calor y del frío, de los rayos solares demasiado fuertes y de la invasión de gérmenes. La relajación de la piel asegura que la mayor parte de las eventuales heridas resulten superficiales. La piel del vientre tiene un solo milímetro de espesor, mientras el máximo (4 mm) se sitúa en el cuello.

El espeso manto invernal y el más ligero en el verano, permiten una justa regulación de la temperatura corporal en el curso del cambio de estaciones. La brillantez del pelo es debida al sebo, sustancia segregada por glándulas esparcidas por casi todo el cuerpo del felino. El sebo, que forma una película sobre el pelo, contiene colesterol. rico en vitamina D: lamiéndose, el gato asimila cierta cantidad de él, incrementando así notablemente las defensas del organismo




Los aficionados a las estadísticas curiosas nos dicen que sobre el cuerpo del gato pueden encontrarse hasta 200 pelos por milímetro cuadrado. Cuando la piel está muy reseca, su manto puede emitir una descarga eléctrica que será percibida por nuestra mano cuando lo acariciemos a contrapelo.

El pelaje resulta a nuestra vista el componente más espectacular y más importante del cuerpo del gato; es el elemento básico de su belleza y elegancia. El pelo puede ser corto, largo, duro, liso, sedoso, grueso, denso, doble, ondulado, con subpelo o sin él, pero siempre ofrecerá un esencial motivo de juicio estético.



Las diferentes razas, y aún más las numerosas clases de cruces, poseen mantos de textura y consistencia muy diferentes y caracterizados por las más dispares tonalidades. Los más comunes son el gris, el negro, el rojo, el blanco, el «foca», el marmolizado, y los colores más insólitos como el lila, el azul, el crema, el «fumé», el plateado, el chocolate y todas las variantes bicolores, tricolores y pentacolores en ciertos casos de mestizos.

Las diferentes razas unicolores, bicolores y tricolores, son de todas formas obra de los criadores y seleccionadores, porque hasta principios de siglo los gatos existentes, aparte del blanco y del negro, todos eran de tonos corrientes.



La cola de nuestro felino es siempre más bien larga y contribuye a su elegancia. En general, se desarrolla hasta un grosor limitado y gradualmente va adelgazándose hacia el final





Las mamas pueden ser seis u ocho y se dividen en pectorales, abdominales e inguinales, según la zona en que estén situadas, los pezones son individuales, como pequeños granitos escondidos entre el pelo, salvo en el período de la gestación, en que están más abultados.