sábado, 21 de marzo de 2015

Primeros pasos en el adiestramiento del cachorro


Antes de dos meses

Si su cachorro tiene menos de dos meses, preocúpese sólo de su salud. Déjele comer un buen pienso para perros especial para cachorros , dormir y soporte sus olvidos.

Después de dos meses

Comience a educarle. Enséñele a ser limpio, a responder a su nombre, a ir cuando usted le llama, a pasear a su lado sin cometer excentricidades. Esto constituye la parte de la buena educación que será suficiente si sólo desea que su animal sea un compañero, excluyendo toda idea de «defensa-ataque» y de caza. Es, además, preludio indispensable de un adiestramiento más intenso.

Desde el momento en que usted manifiesta sus primeras exigencias, comenzará la lucha entre usted y él. Por ejemplo, el cachorro ha elegido un lugar en el comedor para orinar; volverá a hacerlo veinte, cuarenta veces para probar su tenacidad, decidido a vencer su resistencia. No debe «aflojar la mano». Lo mismo ocurre con los paseos: el joven perro intentará llevar el mando, tirando de su correa, llevándole a paso de carrera. De usted solo depende que la victoria caiga de uno u otro lado de la correa. Cualidades esenciales del educador son la paciencia, la sangre fría, la perseverancia. Antes de iniciar los verdaderos ejercicios, el educador debe saber dar una orden, saber castigar y premiar, pues solamente entonces estos ejercicios aprovecharán al «alumno».

Saber dar una orden

No grite nunca; gritando, atontará a su perro, lo atemorizará inútilmente y le dará pruebas de falta de sangre fría, falta de la que será consciente. Un perro que llega a su amo arrastrándose, temblando, es un perro mal adiestrado capaz en cualquier instante de olvidar cuanto se le ha enseñado y, en ciertos casos, puede llegar a volverse peligroso.

Emplee siempre las mismas palabras para una misma orden. Si quiere que su perro vaya hacia usted cuando le llame, no diga unas veces «ven», otras «aquí» o bien «vamos, ¿vienes de una vez?» Lo que los perros comprenden es el sonido particular de las palabras más que las palabras mismas. Elija palabras cortas, bien timbradas. Si acompaña la orden con un gesto, que éste sea siempre el mismo. Por ejemplo «échate», orden corriente, deberá ir acompañada de un gesto del brazo extendido en horizontal. «Ven»: el brazo abajo, con el índice dirigido hacia los pies del amo. No cambie nunca. Después de esto podrá usted pasar a darle las órdenes sólo con el gesto y el perro comprenderá muy bien.

jueves, 12 de marzo de 2015

TEMPERATURA CORPORAL NORMAL Y FIEBRE

La temperatura corporal normal, en el perro y en el gato, oscila entre 38 y 39 Cº. En invierno, en los animales que viven siempre al aire libre, puede disminuir medio grado; en verano, después de una carrera, una emoción intensa, un susto, o por el propio fastidio de la medición, puede elevarse más de 0,5 °C.

La temperatura del cuerpo se mide exclusivamente por vía rectal, utilizando un termómetro pediátrico o, si se dispone de él, uno especial para uso veterinario, que es más robusto.

Hay que limpiar la punta del termómetro con aceite de cocina, levantar la cola del animal e introducir el termómetro con cuidado en el ano, girándolo sobre sí mismo. El termómetro debe penetrar como mínimo 1,5-2 cm, pues de otro modo la medición resultaría inexacta. Si el animal opone resistencia, no hay que forzar la maniobra, sino tener paciencia y esperar unos segundos (sin extraer el termómetro) para permitir que se relajen los esfínteres.

Esta operación, sencilla en el perro, mucho menos en el gato, hay que ejecutarla con cierta prudencia, sobre todo las primeras veces, para evitar que se rompa el termómetro.

Es aconsejable practicarla durante algunos días en los momentos de tranquilidad, con el animal en perfecta salud.

Cuando se muestre abatido, triste, o parezca «caliente», bastará medirla y compararla con los datos normales recogidos anteriormente. Estaremos así informados de un principio de fiebre o de la existencia de una enfermedad en curso.

CONTROLES  FRECUENTES

La hipertermia refleja siempre una situación anormal; como tal, debe ser examinada a fondo por el veterinario. La temperatura rectal se debe comprobar con frecuencia. Aparte de lo poco que cuesta el termómetro y lo fácil que resulta la operación, ofrece un dato objetivo sobre el que basarse en las situaciones inciertas. Cuando la temperatura corporal parece «elevada» y el termómetro indica «fiebre», debemos repetir la prueba al cabo de 10-20 minutos para confirmarlo.

El termómetro podéis comprarlo en cualquier farmacia, también hay tienda on line especializadas en animales como para perros tienda dónde lo podéis comprar 

La hora del paseo

Los perros que viven al aire libre no necesitan paseos ni precauciones en cuanto a la micción y defecación. Los que viven en un piso o encerrados deben salir de casa por lo menos tres o cuatro veces al día, durante 15 minutos cada vez. Los cachorros, si es posible, al menos dos o tres veces. Es importante recordar que para el perro un paseo de 15 minutos se puede desarrollar en un trayecto de pocos metros, siempre y cuando el animal pueda hacer lo que quiera: olisquear, observar, controlar la zona, etc.

Es desagradable ver a algunas personas tirar de su perro con la convicción de que debe caminar a la fuerza. ¡Dejémosle 15 minutos de completa libertad! En total, pues, se necesitan unos 45 minutos al día.

El gato es autosuficiente en lo que se refiere a la micción y la defecación. Hay que disponer de tiempo para limpiar el lecho y desinfectar de vez en cuando la bandeja higiénica